martes, 7 de noviembre de 2017

ENTREVISTA A FOSFORITO

Por Rafael Guisado y José Francisco López

Estuvimos con Antonio Fernández Díaz, Fosforito, la noche en que se le entregaba el galardón “Verde que te quiero verde”, en el marco de la XV edición del Festival “Al Gurugú” memorial Niña de los Peines. En un camerino del Teatro Municipal de Arahal fue desgranando palabras, frases, vivencias, sentimientos, anécdotas… Le brillaban los ojos, tenían una mirada profunda, humilde, un iris de infinita sabiduría flamenca… 

Foto con el maestro Fosforito en una edición anterior de "Al Gurugú"


Empezamos hablando de una de sus facetas menos conocidas, la de escritor, la de letrista…

Yo pertenezco a autores desde el año cincuenta y algo, hace mucho tiempo que no escribo, pero a mí me ha cantado mucha gente: Pepe Pinto, Juan Valderrama, Chiquetete, Carmen Linares, Camarón, mucha gente, aunque normalmente yo escribo para mí.  

Es lo que suelen hacer los escritores, escriben para uno mismo, y después…

Normalmente yo escribo para mí,  cuando he tenido la necesidad de una grabación…, yo grabé con Paco de Lucía una antología de 48 cantes, pues hubo algún poeta como Antonio Murciano que me dice mira aquí tienes, y hay otros poetas que te mandan cosas pero no son fáciles de cantar porque hay mucha gente que escribe bien pero con la métrica exacta que tú dominas en un cante por soleá con las sílabas perfectas,  con las vocales que son las que se acentúan normalmente en los cantes… bueno lo mío es cantar, lo otro es una cosa… pero yo nunca he presumido de esas cosas, yo soy un cantaor que además escribo cosas. Félix Grande me echa piropos, en su último libro publica algunas letras mías; Luis Rosales, el poeta, también publica letras mías. Ya desde el primer libro que escribió Félix Grande de “Historia del Flamenco” publica letras mías…

Y en cuanto al cante, ¿cómo lo vemos ahora?

Sabes yo ya no canto hace 10 años…

pero las conferencias ilustradas últimas eran maravillosas, hace unos 10 años que estuvo por aquí con una de ellas…

Sí, me presentó Manuel Bohórquez, no me acuerdo ni el guitarrista que era, puede ser Antonio Soto, puede hacer ocho o nueve años.

Y además cantó usted bastante bien aquella noche, y esas conferencias ilustradas gustaban muchísimo…

Si han pasado 10 años yo ya tenía 74. Ahora todavía me siguen ofreciendo cosas pero yo tengo el suficiente sentido común para no aceptarlas. Me ofrecen el Teatro de Nimes en Francia, pero yo no tengo la voz…, porque la voz de cantar cuando se deja de cantar después de 70 años de artisteo, pues estos músculos cuando no se ejercitan se atrofian, pierden calidad. Yo conozco la técnica de la foniatría por las veces que he ido a reciclarme y me pongo al día pero es un sacrificio que no vale la pena. Yo no tengo fuerzas para estar en el escenario una hora cantando, que es lo menos que puedes hacer en una actuación, es lo menos que exigen de ti. Pues no. Sin embargo anoche estuve en Córdoba dónde representaron una obra sobre mí, con un cantaor de mi pueblo, David Pino. Resuelta que el Ayuntamiento de Córdoba le pidió a las peñas que colaborarán con la noche blanca del flamenco y una peña le dio cobijo a un cantaor de mi pueblo, David Pino, que ha preparado un espectáculo de más de una hora de Fosforito, una biografía, pero de una manera muy bonita; había un actor que hacía de Fosforito, que contaba cosas que yo las he contado en otro momento en revistas en entrevistas que me habían hecho; había un cantaor joven que hacía de Fosforito de los años 60, 70 y luego han puesto a una bailaora a la que yo le cante mucho que es Manuela Vargas con la que actué en Nueva York, hice muchos países con ella, le cantaba la petenera, le cantaba cosas; y luego había un cante que sonaba, este actor que hacía de cantaor como si fuera yo…; estuvo muy bonito, me sorprendió, estuvo muy bien, en estas cosas pues hay que estar.

¿Cómo lleva usted ser la llave de oro del cante?

La llave de oro es una cosa que no depende de ti, a esto no se oposita, no hay oposiciones para la llave de oro sino que alguien por encima de ti te señala. Tú sabes cómo se dieron las demás llaves, hubo una fiesta no sé cuándo en Málaga y alguien dijo: tú eres el mejor del mundo y le dieron la llave de la plaza de toros al Nitri. A los muchos años se organiza, en desagravio porque a Escacena le habían dado en el Teatro Pavón de Madrid el premio no sé qué de Pavón, y se la dan a Vallejo a pesar de que en el escenario de esa foto única está La Niña de los Peines, está Manuel Torre, está la crema de la crema, está esa gente que da nombre a esta época dorada del cante, vale. Mairena… tú sabes que se hizo una gala a medida de Mairena, no fue un concurso ni mucho menos, eso era la apariencia, pero ahí todo el mundo había cobrado por la mañana y Mairena también las 100.000 pesetas de aquel tiempo, que no era mal dinero. Lo de Camarón póstumo… yo ahí no tengo ni comentario, a título póstumo también se lo podían haber dado a La Niña de los Peines o a Enrique El Mellizo o a quién sabe Dios… y esta vez para que no ocurrieran este tipo de cosas…, porque ya se venía mucho tiempo diciendo en los congresos y yo siempre me negué, primero por el cariño que yo le tenía a Antonio, la admiración, el afecto, me parecía como un agravio y nunca acepté. Pero entonces siendo presidente de la Diputación de Málaga Salvador Pendón, el hombre promovió de una manera… implicando universidades, conservatorios, peñas, entonces lo que se llama por consenso y me la ofrecen y yo qué voy a decir… eso lo que significa es el símbolo, la llave no abre ningún Mercedes, la llave no abre ningún apartamento en la playa, es un símbolo lo que representa, el reconocimiento, pero que tiene un valor como tienen tantas cosas, porque yo tengo la medalla de oro de las Bellas Artes, a mí me nombraron profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, yo tengo premios que tienen un valor, pero esto no se valora así, lo de esta noche o un emblema de la Peña tiene el mismo valor porque ahí está el afecto, está el reconocimiento, porque no es otra cosa. A mí me dan la llave con setenta y pico de años, dónde si la llave hubiera sido una pensión vitalicia todavía tendría sentido, no es mi caso, pero podría haberse dado el caso y que le den la llave a un tío que se muriera de hambre, por ejemplo, porque un cantaor con 74 años poco va a cantar por decirte algo, pero bueno es lo que es, entonces el agradecimiento naturalmente a la gente pero ese agradecimiento, ese afecto también lo siento yo por la gente aunque lo que te den sea tan humilde, que nunca es humilde, porque en ello va el corazón.

Yo creo que con su manera de cantar siempre ha habido mucho consenso en líneas generales. Entre los aficionados siempre he visto mucho consenso porque siempre ha hecho los cantes suyos, los ha hecho de una manera muy personal, hay que tener, como decía Valderrama, sello aunque sea de correos…

Yo tengo la petenera de oro de Paterna de Rivera de los años cincuenta y tantos, la Saeta de oro de la Hermandad de San Bernardo de Sevilla, yo que sé, no tengo memoria porque los aficionados han estado ahí, a mí me dieron la Antorcha de Oro en Mairena en los años 70, pero antes me habían dado no sé qué del Ayuntamiento en Mairena,  quiero decirte que yo no puedo quejarme, la manera mía de ser, lo que yo he ofrecido ha sido del agrado de mucha gente y ese reconocimiento lo tengo que agradecer. Te cuento una anécdota, como tú sabes yo soy de Puente Genil, pero vivo en Málaga, mi mujer es de Málaga, mis niños, mis nietos son de Málaga, vale. Pues me llama un director de la radio popular de la Cadena COPE, y me dice mira qué tienes que venir que te han concedido un premio por votación popular, es un premio que se llama “más”, al más creativo,  al más no sé qué, al más de moda, historias de esas. Bueno pues a mí me dieron el premio al “más malagueño”, pero vamos a ver, el hombre dijo: “bien, él vive en Málaga pero es de Puente Genil, lo sabemos todos”. Esto pasó el año pasado y, además, en los apartados que había, en mi apartado estaba una cofradía, una que llaman el chiquito del Perchel y una poetisa de mi edad o mayor que se llama María Victoria Atencia, con una fama universal, bueno, pues me han votado, se acabó, pues eso es conmovedor, que se acuerden, es porque has ido sembrando alegría a la gente.

Y aquellos principios, porque usted empezó siendo chavalito, serían unos años muy duros…

Yo viví la guerra, en el año 39 ya estaba yo cantando, en el año cuarenta, cuando las perras gordas de cobre, bueno yo es que nací en el 32 y la guerra terminó en el 39, cuando terminó yo tenía siete años, todas las fatigas y el miedo y todos los horrores que puedan pasar los viví yo…

Y dentro de ese periplo y de la cantidad de artistas que usted ha conocido, ¿de quién ha aprendido más?

De todo el mundo. Mira cuando yo empezaba, cuando la feria de ganado, porque la feria de ganado era un sitio donde tú sabes que el trato se terminaba y se dan la mano y después las copas y allí estaba yo. Estaba yo y estaba Carlos el del Saucejo y estaba Salvador Vera y no sé cuántos de mi edad más o menos, entonces… en la vida yo he conocido a Tomás Pavón, yo he conocido a Vallejo, he compartido camerino con Pastora, porque Valderrama compartía con Dolores, Pepe Pinto conmigo y Pastora. Que Pastora además era de aquí ¿lo sabéis? Pues Pepe Pinto que tenía adoración con ella aunque la tournée durará seis meses o un año alquilaba un taxi, el tío iba en un taxi de Sevilla por las tournées. Bueno, quiero decirte que he conocido a muchísima gente y de todos he aprendido, lo que pasa es que yo a los cantaores los respeto, pero como cante a mí lo que me interesa es lo que dan a entender, no ellos, los cantaores no, porque me interesaba lo que cantaban, las formas no, las formas las pongo yo, por eso yo soy yo, Pastora es Pastora… yo no quiero imitar a Pastora, yo no quiero imitar a Juan Varea ni a Aurelio, me  importa cómo hace la Alegría, me interesa el fondo de ese cante, la forma la pongo yo.

Para ir finalizando y cambiando de tema, siendo pequeño vi una foto en una revista donde se ve su casamiento y donde esta de padrino Edgar Neville, director de cine y Rocío Durcal. ¿Fue verdaderamente su padrino Edgar Neville?

La boda fue en el año 64, pero como yo estaba en Madrid desde el 57… Él era un dramaturgo, director de cine, era un fenómeno y ella era discípula mía porque tanto a ella como a Marisol yo les daba clase. Entonces, cuando decidimos casarnos, se lo dijimos a Rocío y ella encantada. Rocío era un año mayor que mi mujer, Rocío tenía 19 años y mi mujer tenía 18 cuando nos casamos. Y Edgar Neville  era un aficionado de oro puro, el hizo la “Historia del Flamenco” donde está Pilar López, está Antonio el bailarín, Mairena que suena pero no se ve,  bueno pues como éramos amigos y él iba a verme casi todos los días… Apareció la novia con un Rolls Royce que tenía el tío que vivía en Marbella. La novia se bajó en Santo Domingo del barrio del Perchel Popular, la gente, los gitanos, la que se formó en la iglesia…se rompían los bancos porque era un barrio popular y el personal iba a ver Rocío por sus películas…

Para finalizar, ¿qué opinión tiene de lo que ha significado ese nuevo flamenco y esa innovación que ha querido hacer Morente?


Cada uno es libre, yo no tengo nada ni con los modernos ni con los puristas. Un purista es un aficionado que le gusta la tradición, entonces cuando alguien está dentro y conoce los cantes y de pronto hace una cosa nueva bien hecha y si prende… pero verás tú, yo respeto a todo el mundo, lo que pasa es que siempre que no pierda el gustito, que no pierda el sabor de la tradición, si no pierde el gustito y está bien hecho… Pero si me dan a elegir, yo respeto a todo el mundo pero yo prefiero a Antonio Mairena, prefiero a Caracol…